miércoles, 21 de marzo de 2012

Raja Ampat, Día Cuatro - Tiburones

Una de las curiosidades de nuestro viaje a Raja Ampat fue ver tiburones.



En Pulau Wayag nos encontramos tiburones de puntas negras. Las aguas de Raja Ampat están pobladas de ejemplares de esta especie. La mayoría de ellos apenas llegan a medir un metro de largo, pero acojonan bastante.



Esta especie no se encuenta en peligro de extinción y su carne se puede comer, así que por extraño que parezca se pueden pescar. Se alimentan básicamente de peces, una buena forma de atraparlos es utilizando como cebo pequeños peces muertos aún frescos.



Los de Conservación Internacional nos dijeron que algunos tiburones de la zona estaban marcados para seguimiento, el resto se podían pescar. No sabemos si alguna vez pescaron alguno y se lo merendaron de cena, pero ese día se quedaron con las ganas.



Al parecer, la técnica de pesca más efectiva consiste en excitarlos y atraerlos hasta la playa, donde el ansia por morder el cebo los lleva a salir del agua y a quedarse anclados en la arena. No obstante, pudimos apreciar que son bastante listos y no se dejan engañar fácilmente. Una vez en la superficie no se pueden mover así que son más vulnerables. El cazador cazado.



Dentro del agua se mueven increiblemente rápido y son escurridizos, así que imposible atraparlos.



Se supone que este tipo de tiburones resultan inofensivos y presentan poco peligro para los nadadores y buceadores, siempre que uno no vaya por ahí sangrando ni se les provoque. Permaneciendo a una distancia prudencial, hasta se muestran tímidos. Ya sé lo que os estáis preguntando, si hubo huevos a bañarse con tiburones. ¡Pues claro que sí!



Una buena anécdota que nos llevamos del viaje, sí señor.

4 comentarios :

EL TÍO CHIQUI dijo...

No hacen nada no...y lo sabes seguro...y ves a la gente que se baña tna a gusto...pero aún así hay que echarle pelotas para entrar con esos bichos ahí dentro! :D

Javier I. Sampedro dijo...

Quieras que no, sólo verlos tan cerca impone y más cuando se juntan unos cuantos como tuvimos ocasión de verlos. Los de conservación se lo tomaban como un juego pero midiendo las distancias y poco a poco atrayendo al esquálido hasta la orilla, poquito le faltó... creo que no volveremos a verlos tan cerca

Pau dijo...

Spielberg nos marcó el demasiado con su peli ;)

Pachem dijo...

Pues sí que tuviste los huevos grandes Alberto! jaja. Viendo como se mueven acojona.

Gran post, como siempre!