lunes, 14 de junio de 2010

Visita al Centro Espacial de Tsukuba, JAXA

La semana pasada nos llevaron de excursión a la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, JAXA.



La Universidad de Tsukuba donde desarrollo mi beca Monbukagakusho organizó una visita al Centro Espacial de Tsukuba (TKSC) para los estudiantes del curso de japonés intensivo.



El Centro Espacial de la JAXA forma parte de Tsukuba Science City, una ciudad creada para el avance y desarrollo de la investigación científica en Japón, junto con la Universidad de Tsukuba y más de 300 institutos de investigación públicos y privados.



La visita comenzó con un vídeo de introducción en el que Takao Doi, el primer astronauta japonés en realizar un paseo espacial, nos habló de la misión del Centro Espacial de Tsukuba. Está involucrado en la investigación de satélites y cohetes así como el control y monitorización de los mismos una vez que han sido puestos en órbita.



Tras el pase del vídeo nos llevaron a la sala de exposiciones, donde se encuentran expuestos al público algunos prototipos y maquetas de componentes de satélites y vehículos espaciales diseñados por la JAXA.



Lo primero que nos encontramos fue una colección de modelos a escala 1/20 de los ロケット (Roketto) o cohetes lanzados por Japón al espacio, comenzando con el N-I lanzado en 1975 hasta el H-IIB lanzado en 2005. De este último tienen una réplica a escala natural a la entrada del recinto.



Luego pasamos a conocer a los astronautas japoneses.



El más destacado de todos es Soichi Noguchi, toda una celebridad en la blogosfera japonesa. Durante su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS) no ha dejado de actualizar su Twitter y de colgar en Twitpic impresionantes fotos de la Tierra vista desde el espacio además de vídeos en alta resolución en Youtube.



Después nos dejaron algo de tiempo libre para ver y sacar fotos de los distintos objetos que tenían expuestos, entre los que había modelos de prueba de satélites reales lanzados al espacio. Estos días es noticia que la sonda Hayabusa ha regresado a la Tierra con muestras de material recogidas de un asteroide cercano, completando la misión con la que fue lanzado en 2003. Supone uno de los mayores éxitos conseguidos por la Agencia Aeroespacial japonesa.









Una de las principales actividades de la JAXA en las que el Centro Espacial de Tsukuba ha tenido mayor participación ha sido la construcción de equipos para el Módulo de Experimentación Japonés, KIBO, la aportación de Japón a la Estación Espacial Internacional (ISS) que permite llevar a cabo experimentos con fines biológicos en el espacio. En la sala de exposiciones tienen una maqueta a escala real del módulo presurizado y se puede acceder al interior del mismo.







Para terminar la visita nos enseñaron algunas instalaciones donde llevan a cabo entrenamientos para astronautas. Nos llamó mucho la atención la Sala de Aislamiento donde encierran a los futuros astronautas durante varios días para estudiar su psicología y su comportamiento en grupo. La sala está carente de cualquier tipo de entretenimiento así que lo único que pueden hacer los sujetos es hablar entre ellos. Después de pasar días en compañía de las mismas personas empiezan a surgir comportamientos interesantes que recuerdan a cierto programa de TV.





Y esto es lo que dio de sí la visita al Centro Espacial de la JAXA en Tsukuba. Si alguna vez os acercáis por aquí y sois aficionados a las naves espaciales podéis hacer una visita al recinto, es gratuita y se tarda en llegar menos de una hora desde Tokio. Para información general sobre la visita podéis acceder a esta página y para informaros sobre los distintos tipos de tours y diferentes horarios en esta página. Se permiten tour individales.

miércoles, 9 de junio de 2010

Cenando gyoza en Utsunomiya

Uno de los platos típicos de la cocina japonesa es la gyoza.



Gyoza es una especie de empanadilla consistente en masa rellena con carne y vegetales al vapor. Tiene su origen en el jiaozi o dumpling chino, aunque la variedad japonesa se conoce como gyoza.



Si alguna vez venís a un supermercado en Japón es probable que encontréis un puestecillo de gyoza. Ya se sabe que los japoneses son muy exquisitos con la comida y les encanta disfrutar de la mejor variedad local de cada plato. En el caso de la gyoza, la más famosa en todo Japón es la gyoza de Utsunomiya (宇都宮) y la mayoría de puestos en los supermercados que veais anunciarán gyoza típica de este lugar.



En el camino de vuelta del viaje a Nikko en coche pasamos por Utsunomiya y decidimos parar para cenar gyoza. Encontramos un anuncio en una revista con los restaurantes típicos, cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos cola en todos los restaurantes que servían gyoza para cenar.



Llegamos sobre las 8 de la noche y ya era tarde para ponerse a la cola para cenar en el restaurante. Pero aún estábamos a tiempo de ponernos en la segunda cola, la de take-away.



El restaurante al que fuimos estaba en plena actividad, la gente no dejaba de entrar y de salir y los camareros no hacían otra cosa que servir gyoza en las mesas y recoger platos vacíos. La gente pedía las gyozas de decena en decena.



Tras esperar media hora obtuvimos nuestra recompensa, pero como no habíamos tenido más remedio que pedir comida para llevar, teníamos que encontrar un sitio donde disfrutar de la cena. Al poco de dar vueltas encontramos unas escaleras con algo muy interesante en la cima...



Hicimos el esfuerzo de subir y mereció la pena, al llegar arriba nos encontramos un templo, que resultaba ser el santuario de Futarasan.



El templo se veía precioso iluminado de noche y justo en frente había un parque donde se respiraba total tranquilidad, no había nadie alrededor.



Así que después de encontrar el sitio perfecto para cenar nos dispusimos a abrir el cofre del tesoro, todavía caliente y humeante de rico olor a gyoza recién cocinada.



Dejo la imagen con las gyozas dentro de la caja como recuerdo personal, pero os diré que estaban riquísimas. Tampoco es que sea una experto en comida japonesa pero desde el tiempo que llevo aquí no he probado gyozas tan deliciosas, no sé si es que las gyozas de Utsunomiya hacen honor a su fama o que después del día tan estupendo que habíamos tenido visitando Nikko cualquier cena nos sabía a gloria.

jueves, 3 de junio de 2010

Nikko - templos y santuarios

Nikko es una localidad en las montañas de la Prefectura de Tochigi conocida por un conjunto de templos y santuarios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Es uno de los lugares de obligada visita que debería estar incluido en el itinerario de cualquier viaje a Japón.

A tan sólo dos horas de Tokio en tren, Nikko es un destino ideal para una excursión de un día o dos días y una noche.



La visita a Nikko comienza en el puente de Shinkyō.



La leyenda dice que este puente sagrado se construyó en el mismo punto en el que el sacerdote Shodo Shonin cruzó el río Daiya antes de fundar el santuario de Nikko en el s. VIII.



El puente está cerrado al tránsito y solamente abre durante los Festivales de Tōshōgū (17 y 18 de Mayo, 17 de Octubre).



Mausoleo de Tōshōgū

El Mausoleo de Tōshōgū es sin duda el recinto más destacado del complejo de Nikko. Se accede a través de un gigantesto torii (arco tradicional japonés) construido con granito al final de una avenida de cedros centenarios.



El Mausoleo está dedicado a Tokugawa Ieyasu (1542-1616), el señor de la guerra que unificó Japón y estableció un shogunato que gobernó el país durante 250 años hasta el fin de la era feudal, con la Restauración Meiji. Tras su muerte, en 1616, Nikko se convirtió en el lugar de descanso de sus cenizas y su nieto Tokugawa Iemitsu comenzó la edificación de un mausoleo en 1636 para venerar el espíritu de Ieyasu.

Se trata de un santuario sintoísta que conserva elementos budistas, como la pagoda de cinco pisos, una impresionante obra de ingeniería capaz de resistir incluso terremotos.



Tras el primer patio se encuentra la puerta Niomon, la puerta de entrada al mausoleo.





Tras cruzar la puerta se accede al segundo patio, que contiene el Establo Sagrado. Las paredes del establo son de madera y los dinteles están decorados con figuras de monos en relieve.



La escultura más famosa del conjunto son los Tres Monos Sabios, que nos recuerdan que para alcanzar la sabiduría debemos: No oir el mal, no decir el mal, no ver el mal.



Desde el segundo patio se puede apreciar la puerta Yomeimon, flanqueada por la torre de la campana y la torre del tambor.





La puerta Yomeimon es la construcción más elaborada del mausoleo, con impresionantes figuras en relieve, dorados y colores lacados. Es el edificio más representativo de la arquitectura de Nikko.



Se dice que entre estos muros trabajaron más de quince mil artesanos y carpinteros venidos de todas partes el país. Viendo los detallados grabados de esta puerta, entendemos porqué.



Detrás de la puerta Yomeimon se encuentra el edificio principal en honor de Tokugawa, donde los japoneses acuden a presentar sus respetos.



La tumba de Tokugawa Ieyasu se encuentra en una zona adyacente.



Después de subir unas escaleras se llega al camposanto.



El templo de Rinno-ji

Lo siguiente que visitamos fue el templo de Rinno-ji, cerca del santuario de Tōshōgū. Es el templo budista de mayor importancia del complejo de Nikko.



El edificio Sanbutsu-do contiene el Recinto de los Tres Budas, con impresionantes efigies de ocho metros de altura que representan a Senju Kannon, Amida Buda y Bato Kannon.



El santuario de Futarasan

Es el edificio más antiguo del complejo, fue fundado por Shodo Shonin en el año 767. Se accede cruzando otro gran torii.



Futarasan es otro nombre por el que se conoce al monte Nantai, situado junto al lago Chūzenji y que habíamos visto por la mañana. El puente de Shinkyō que he mencionado al principio pertenece a este santuario.



El templo está dedicado a un kami (espíritu de la naturaleza en la religión sintoísta), a su mujer y su hijo. En el patio podemos encontrar dos grupos de árboles, un grupo de dos que simboliza la unión entre el marido y la mujer y un grupo de tres que simboliza la familia.



Mausoleo de Taiyuin

Este mausoleo contiene las cenizas de Tokugawa Iemitsu (1604-1651), nieto de Tokugawa Ieyasu y tercer shogun de los Tokugawa.





El complejo tiene cierto parecido con el mausoleo de Tōshōgū pero es más pequeño y sencillo. Se construyó de este modo para que el mausoleo de Iemitsu resultara más modesto que el de Ieyasu, en consonancia con la categoría.





Después de recorrer Nikko no cabe duda de por qué es uno de los lugares más visitados de Japón.

La combinación de templos y santuarios con siglos de antigüedad situados en un paraje natural tan hermoso hacen del lugar algo único e imprescindible cuando se viene de viaje a Japón.

Sin duda, la mejor época para venir a Nikko es durante el otoño. Al estar rodeado de árboles la variedad de colores verdes y rojizos hacen la experiencia todo un espectáculo visual.



Cómo viajar a Nikko

Para llegar a Nikko, la opción más recomendable es tomar el tren.

Hay trenes Limited Express de Tokio a Nikko, con salida desde la estación de Shinjuku y llegada a la estación de Tobu-Nikko.