martes, 24 de junio de 2008

Guía de Saigón: Recorrido por el Centro

Como parte de mi Guía de Vietnam, os propongo un plan de visita por el Centro de Saigón, ubicado en el Distrito 1.



El recorrido empieza al principio de la calle Lê Duẩn en el Palacio de la Reunificación, anteriormente conocido como Palacio de la Independencia o Palacio Presidencial.



El Palacio data de 1966 y estaba destinado a ser la residencia del presidente de Vietnam del Sur. El palacio en sí mismo no es gran cosa, pero la visita guiada es muy interesante y destacan los acontecimientos históricos que sucedieron ahí y que culminaron con la la caída de Saigón y el fin de la guerra de Vietnam.





Tras acabar la visita guiada por el Palacio, subimos por el bulevar de Lê Duẩn...



... hasta llegar a la Catedral de Notre Dame.





Esta Catedral, de estilo neorrománico, data de 1883. Es el templo cristiano más concurrido de Saigón; durante los oficios, los fieles que acuden se acumulan hasta la calle. Por las noches, numerosas personas se congregan en la plaza frente a la estatua de la Virgen María para rezar a la luz de las velas.

De la plaza de Notre Dame sale la calle Đồng Khởi, que lleva hasta el Teatro Municipal de la Ópera.



El Teatro Municipal es un edificio de estilo colonial, quizás el más emblemático de Saigón, rodeado por los míticos hoteles Continental y Caravelle. Está abierto al público para visita y de vez en cuando se celebran actuaciones. Por supuesto recomiendo verlo también de noche, ya que gana con la iluminación.



Del edificio de la Ópera parte la calle Lê Lợi. En su cruce con Nguyễn Huệ, a mano derecha nos encontramos el edificio Sede del Comité Popular, también conocido como Hôtel de Ville.



Lamentablemente no está abierto al público, que se tiene que conformar con pasear por sus jardines presididos por la estatua de Ho Chi Minh, el héroe nacional.



El recorrido sigue por el boulevar de Lê Lợi y finaliza en la Glorieta de Quách Thị Trang con la estatua de Trần Nguyên Hãn, un héroe nacional.



En esta glorieta se encuentra el Mercado de Bến Thành, uno de los mercados vietnamitas más populares.



Este recorrido se puede hacer a pie fácilmente en tres horas, incluyendo la visita al Palacio de la Reunificación. Si no se quiere ir a pie, se puede contratar a un Xe Ôm para que nos lleve de ruta en moto o bien montarse en un cyclo, más clásico y turístico.

viernes, 20 de junio de 2008

Cómo se sientan los vietnamitas

Este es otro de esos post sobre costumbres vietnamitas que te llaman la atención al poco de llegar pero que con el tiempo te habitúas a verlas hasta que te parecen tan normales que ni te fijas. Voy a postear sobre ello para no olvidarme...

El tema en cuestión es cómo se sientan los vietnamitas; tienen dos formas peculiares.


Sentarse en cuclillas, posición de reposo.

La posición natural de reposo para los vietnamitas es sentarse en cuclillas. Así, si tienen que esperar a alguien, pasar el rato o mantener una conversación con alguien en la calle, a veces se sientan de cuclillas en lugar de mantenerse de pie. Será que esa postura les resulta más cómoda y pueden descansar. Yo, desde luego, me levanto con las rodillas jodidas...

Veamos algunos ejemplos...











Trabajando...





Muchos de los puestos de fruta y verdura en los mercados están a ras de suelo...





Una de las diferencias respecto a España es que en Vietnam no hay bancos en la calle (de hecho, en ninguna ciudad de Asia) y claro, si hay que pasar el rato esperando en la calle aquí se ponen en cuclillas. Esta postura es natural para ellos, en España antes nos sentaríamos en el bordillo o en el suelo con las piernas cruzadas. En cada país hay una costumbre de sentarse, incluso hay formas tradicionales de sentarse, como en Japón.

Aparte de Vietnam, parece que esta costumbre también tiene lugar en otros países de Asia.


Charlando con Juan de Kuala Lumpur, como buenos paisanos del Sudeste Asiático.


Cartel para educar a los malasios sobre el uso de una taza de WC que encontró Mike en Melaka.


Sentarse a comer en sillas que parecen de juguete.

Otra de las costumbres en Vietnam es sentarse en sillas o taburetes pequeños de plástico para comer o tomar un café en una terraza de la calle. En España estas sillas las usan los niños, como sillas de juguete; más de una habré partido yo haciendo el payaso intentando sentarme alguna vez. Pues aquí es lo que se lleva, qué cosas...













Cuando acaba todo el mundo de comer, se apilan las sillas y se cierra el chiringuito...



Supongo que estas sillas son propiedad de cada restaurante o café, pero en una ocasión Pedro y yo vimos como por una calle llena de gente sentada en sillitas apareció un camión que empezó a pitar y la gente se levantaba de las sillas para que las apilaran en el camión y se las llevaran. Bromeamos comentando que el Gobierno se encargaba de proveer sillitas de plástico a los ciudadanos vietnamitas, que era un derecho, pero en realidad fue una de esas situaciones que vives en un país extranjero y no sabes qué narices está pasando.

¿No os parecen curiosas estas costumbres de sentarse en Vietnam? Espero que cuando vuelva a España no me dé por quedar con alguien en la calle y sentarme en cuclillas inconscientemente mientras le espero...

lunes, 16 de junio de 2008

Vivo en una moto

Hace tiempo hablé de los Xe Ôm, literalmente Xe (vehículo) Ôm (abrazo), los taxistas que van en moto. Son el medio de transporte público más popular en las ciudades de Vietnam, ya que son más baratos y rápidos que los taxis, aunque también más incómodos y peligrosos.

Cuando no están llevando a gente de un lado a otro, esperan sentados en la esquina de cualquier calle a que aparezca el próximo cliente. Y mientras esperan y esperan, hacen su vida sobre la moto...


Unos estiramientos matutinos.


Leer el periódico para ver qué ha pasado en el mundo.


Una siesta a media mañana.


Reflexionar sobre la vida y existencia de un Xe Ôm.


Encargar comida con entrega a domicilio, ¿para qué me voy a mover?


Una siesta a media tarde.


Esperar que caiga algún cliente.

¡Y ya hemos hecho el día!

Qué vida más dura la de un Xe Ôm, casi tan dura como la del becario ICEX. :)

jueves, 5 de junio de 2008

Bangkok

El pasado fin de semana me escapé a Bangkok con Juan y Rocío de Kuala Lumpur y Mike de Singapur. No era la primera vez que pisaba Bangkok, ya había hecho escala allí cuando volaba a Phuket para pasar el Año Nuevo. Únicamente pasé una noche y pude catar brevemente el sabor de fiesta en Bangkok. Me prometí que volvería con más tiempo para visitar la ciudad y hacer turisteo por los palacios y templos...

Y un carajo.

En mi segunda visita me dejé atrapar por la noche de Bangkok y al final turisteo más bien poco. No pude evitarlo. Bangkok es, con diferencia, la capital con más ambiente nocturno de Asia. Ser destinado como becario ICEX a Tailandia, país turístico de Asia por excelencia, es una suerte pero al mismo tiempo conlleva cierto peligro, la noche de Bangkok puede arrastrarte fácilmente a una espiral de autodestrucción: con garitos que abren todos los días hasta altas horas, turistas por todas partes, con ron-whisky local peleón y con tailandesas, ¡muchas tailandesas!


Bangkok de noche, vista desde el Sirocco.

La noche en Bangkok no se puede describir, hay que venir para vivirlo. No es que sea un ambiente de vicio y perversión, como en Phuket, pero tampoco es nada parecido a lo que puedas encontrar en ciudades como Hong Kong, Shanghai o Singapur. Dios... que de tres noches que pasé en Bangkok, ¡sólo dormí una en casa!

Tengo que agradecer a Manu y a David, expatriados españoles en Bangkok, que nos sacaran de marcha por garitos guays apartados del ambiente de turistas y putas. Sin ellos, la noche hubiera sido bien distinta...

En fin... como hice poco turismo, no tengo mucho que contar...

Visitamos el Templo del Buda Esmeralda (Wat Phra Kaew) y el Gran Palacio Real.



El Wat Phra Kaew es un complejo de arquitectura tailandesa típica que, entre otras maravillas, alberga la estatua del Buda Esmeralda, motivo de peregrinación de miles de devotos budistas.

















Junto al Wat Phra Kaew está el Palacio Real, antigua residencia de los monarcas de Tailandia.



Durante su viaje a Londres en 1870 el rey Rama VI encontró la inspiración para construir su extravangante Palacio, una mezcla de arquitectura inglesa con tejados de estilo tailandés.





Además de visitar Palacios y Templos, tuvimos tiempo para comprar por los numerosos centros comerciales cercanos a la estación de Siam, como el superlujoso Siam Paragon con artículos de primeras firmas a precios carísimos o el MBK, lleno de puestecillos donde venden ropa auténtica y de imitación a buen precio.



Para movernos por Bangkok, nada mejor que el BTS o Skytrain, el tren que atraviesa la ciudad por vías elevadas.





Otro clásico de los transportes en Bangkok es el Tuk tuk, vehículo triciclo mitad rickshaw, mitad motocicleta.



Son un transporte que sobrevive gracias al turismo, ya que en realidad sufren los mismos atascos que los taxis, son más caros y el pasajero va a la intemperie. Pero resultan curiosos y vale la pena probarlos, los viajes son muy ajetreados.





Y nada más que contar. En resumen, Bangkok es uno de los mejores sitios de Asia para liarla con los colegas y salir de fiesta, y además ofrece algunos monumentos de interés turístico.

Estoy seguro de que volveré, aún me he dejado cosas por visitar y es difícil resistirse a esa llamada que invita a la noche...

Por último, agradecimientos a Andrés y a sus compañeras becarias de Tailandia por organizarnos la visita y el alojamiento.