martes, 26 de febrero de 2008

Phu Quoc

El pasado fin de semana estuve de vacaciones con mis padres en Phú Quốc.



Phú Quốc es la isla más importante de Vietnam. Está situada en el Golfo de Tailandia, a 10 km al Sur de Camboya.



La isla tiene su parte de relevancia histórica. Sirvió de prisión durante la Guerra de Vietnam y, en 1975, una incursión de los Jemeres Rojos en la isla propició el inicio de la guerra entre Vietnam y Camboya que culminó con la conquista de Phnom Penh en 1979 por el ejército vietnamita, derrocando el régimen de Pol Pot y obligándole a vivir (y morir) escondido en la selva.

La isla, de forma triangular, consta en su mayor parte de vegetación. El Parque Nacional de Phu Quoc se extiende por la zona Norte; hacia el Sur, las costas forman paradisíacas playas de aguas transparentes.





Aunque el número de habitantes es considerable y estos últimos años mantiene un imparable crecimiento turístico, muchas de las carreteras son de tierra o no están asfaltadas, la imagen que ofrece aún es bastante rural. Sin embargo, los proyectos de convertir la isla en un enorme complejo de campos de golf, casinos y resorts planean sobre uno de los últimos paraísos vírgenes de Vietnam, una pena.



Por ahora, el pequeño aeropuerto con 5 vuelos diarios que sólo permite aviones de hélice es capaz de contener la creciente llegada de turistas, que tienen que reservar el billete con un mes de antelación. Pero dicen que esto no durará mucho...

Ya hay una pequeña parte de la costa con una hilera de resorts, donde alojarse cómodamente pero que en parte hacen perder la esencia de la isla.

Para vivir el auténtico Phú Quốc, es necesario coger una moto o alquilar un coche por un día y bajar al Sur. El camino de la montaña todavía no está completamente asfaltado y está rodeado de exuberante vegetación.

Aunque el acceso es complicado y está poco señalizado, Bãi Sao (Star Beach) es una de las últimas playas vírgenes del Sudeste Asiático y una de las mejores de todo Vietnam.



Una playa de arena blanca, aguas cristalinas, de escasa profundidad, totalmente vírgen, sin explotar salvo dos restaurantes de marisco fresco, sin apenas visitantes, ni extranjeros ni locales.



El paraíso todavía existe, y está en Vietnam.



En esta playa me hice amigo de 5 niños y pude practicar mi vietnamita mientras corríamos por la orilla. Me recordó mucho a los niños de Mui Ne, qué majos.



Por supuesto, pienso repetir el viaje algún día, pero hasta entonces os dejo con estas fotos.

lunes, 11 de febrero de 2008

La Gran Muralla China

Además de Pekín y Shanghai, durante mi viaje a China en las vacaciones de Têt visité la Gran Muralla China.





La Gran Muralla China o Cháng Chéng (Larga fortaleza) es una antigua fortificación construida por China desde el S.III aC para proteger el imperio de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia.



Con 7300 km de longitud, la Muralla cruza China de este a oeste, desde la frontera con Corea hasta el desierto del Gobi. No es un muro uniforme, consta de varios tramos construidos y reconstruidos por diferentes dinastías a lo largo de 1000 años.



Aunque el muro tiene varios metros metros de altura en todos sus tramos, su objetivo no era impedir que fuera atravesado, sino impedir el acceso a la caballería.




La anchura es considerable, y está rellena de arcilla y arena.

La Muralla se interrumpe cada pocos metros con torres de vigilancia.



Cada torre tiene una estructura diferente y escaleras únicas, para confundir al enemigo. En lo alto de cada torre había una antorcha que se encendía en caso de detectar un ataque del enemigo. El fuego se divisaba fácilmente desde la torre adyacente, que a su vez encendía su antorcha y la señal se extendía por la Muralla en direcciones este y oeste.


Fotograma de la película Mulán en el que se ve cómo se extiende la alarma de ataque enemigo encendiendo la antorcha de cada torre en sucesión.

Frente a la Muralla, en la cara que da a Mongolia, se pueden observar montañas con más torres en sus picos, que probablemente permitirían avisar de presencia enemiga encendiendo una antorcha.



Para visitar la Gran Muralla se puede gastar un día de estancia en Pekín. Hay varios puntos de interés a un par de horas en coche:

- Badaling y Juyongguan son los más cercanos, a 80 km. Son los puntos más turísticos y concurridos. La Muralla está totalmente reconstruida y no queda nada de la sección original.

- Mutianyu, también muy cerca de Pekín pero menos aborratado. A este enclave fuimos nosotros y disfrutamos mucho: no hay casi gente, puedes caminar varios kilómetros a izquierda y derecha desde el punto de partida y es todo muy auténtico.

- Huanghuacheng, una de las secciones mejor construidas de la Muralla que le costó la decapitación a su constructor por malgasto de fondos.

- Gubeikou, Jinshanling y Simatai están más lejos de Pekín pero merece la pena, conservan partes originales de la Muralla.

Hay que tener cuidado con los timos, que abundan. Se anuncian en los principales monumentos de Pekín como excursiones organizadas a buen precio pero lo más probable es que la visita acabe transcurriendo por tiendas de arte perdiendo todo el día.

Nosotros fuimos 4 con un "taxista" de confianza recomendado por una amiga y nos costó 10 euros a cada uno que nos acompañara todo el día. Asequible.

En conclusión, merece la pena gastar un día de la estancia en Pekín porque la sensación es bastante auténtica. Al final del día acabas derrotado de patear muralla arriba, muralla abajo pero contento por la experiencia.

Recomendado a todos los que me leéis.

domingo, 10 de febrero de 2008

Pekín

Bienvenidos a un paseo por Pekín.

Pekín es la capital de China aunque no la ciudad más poblada, que es Shanghai. En contraste con esta última, símbolo del comunismo capitalista y motor económico del país, Pekín es el centro político y cultural de China.

La visita comienza por la Plaza de Tian'anmen, el lugar más simbólico de Pekín.

Es la plaza más grande del mundo y fue construida al estilo de la Plaza Roja de Moscú: una gran explanada sobre la que poder celebrar actos masivos de manifestación política. En Hanoi, el complejo del Mausoleo de Ho Chi Minh consta de una plaza con el mismo estilo también.





En el centro de la Plaza se encuentra el Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de piedra.



A izquierda y derecha se sitúan dos importantes edificios: la Asamblea Nacional y el Museo Nacional de Historia y de la Revolución.


Asamblea Nacional, con el contador oficial para el inicio de los Juegos Olímpicos de 2008.

En el extremo Sur se sitúa el Mausoleo de Mao, donde se encuentra expuesto el cuerpo de Mao Zedong.

En el extremo Norte ondea la bandera nacional y en frente se sitúa la Puerta de Tian'anmen o Puerta de la Paz Celestial, que permite acceder a la Ciudad Prohibida y de la que cuelga un retrato de Mao, como recuerdo de que allí se proclamó la República Popular China en 1949.



La Ciudad Prohibida fue el Palacio Imperial durante las dinastías Ming y Qinq. Está situada en el centro exacto de la antigua ciudad de Pekín, alineada sobre un eje Norte - Sur casi exacto. Data de 1406.

Es el conjunto de estructuras de madera más grande y mejor conservado que existe en el mundo. Consta de una serie de palacios, muros y puertas distribuidos en dos zonas: The Outer Court, al Sur, para ceremonias, y The Inner Court, al Norte, residencia del Emperador y su familia y donde se trataban a diario los asuntos de estado. Toda la ciudad está rodeada por un foso de agua que la mantenía protegida.



Atravesando la Puerta de Tian'anmen o Puerta de la Paz Celestial se llega a la Puerta Meridiana, que es la entrada a la Ciudad Prohibida.










Palacio de la Pureza Celestial.


Jardín Imperial.


Detalle de la decoración de los edificios.



Es sin duda el recinto más grande en el que haya estado jamás. Es imposible imaginar lo amplio que llega a ser sin visitarlo. Actualmente está bajo restauración, pero merece la pena a la vista del antes y después de la decoración.

Por si la Ciudad Prohibida no fuera poco, no es el único monumento impresionante de Pekín. El Palacio de Verano es el punto de interés favorito de muchos visitantes, entre los que me incluyo.



El Palacio de Verano es un jardín localizado a las afueras de Pekín, a orillas del lago Kunming. Fue originariamente construido en el año 1750, restaurado y embellecido por la Emperatriz Cixi en 1899 y utilizado como residencia de verano, de ahí su nombre.



Aunque el complejo consta de decenas de pabellones y jardines, el edificio más característico es la Pagoda del Buda Fragante, construida sobre la Colina de la Longevidad Milenaria.








Desde lo alto de la Pagoda se puede observar el lago Kunming y la enorme magnitud de los Jardines, que abarcan casi 3 km cuadrados. Se podría pasar un día entero paseando y aún así dejarte algo por ver. En esta época, los visitantes cruzan sobre el lago helado para poder atajar de un punto a otro del recinto.


Panorámica de la base de la Pagoda del Buda Fragante.


Buda Fragante.


Uno de los muchos estanques que puedes encontrar explorando los jardines.




El Puente de los Diecisiete Arcos que une la isla de Nanhu.

El Palacio de Verano es, en mi opinión, lo más bonito de Pekín.

Muy interesante también es el Templo del Cielo, al Sur de Pekín.

El Templo del Cielo es el mayor de su clase en toda China. Según Wikipedia, fué construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo utilizaron para rogar por las cosechas (en primavera) y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos (en otoño).



El Templo del Cielo es en realidad un conjunto de tres edificios:

El Altar Circular o Altar del Cielo.

Es un altar que consta de tres terrazas concéntricas rodeadas de unas barandillas de mármol blanco. La acústica especial del lugar permite que, si alguien habla desde el centro del altar, el sonido aumente y se escuche desde todos los ángulos.


Este altar permitía a los antiguos chinos hablar con el cielo.


La Bóveda Imperial del Cielo.

En esta Bóveda los emperadores rendían homenaje a sus antepasados. Está rodeada por el muro del eco, una singular construcción redonda. Uno puede colocarse en cualquier punto del muro y su voz oírse claramente en el punto opuesto ya que el sonido se transmite recorriendo la pared.




El Salón de la Oración por la Buena Cosecha.

Construido sobre tres terrazas circulares de mármol blanco, el edificio se sostiene sobre 28 pilares de madera y muros de ladrillo. No hay ninguna viga.


Este edificio es también uno de los más emblemáticos de Pekín.


Los tres monumentos descritos anteriormente han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, respectivamente en 1987 (Ciudad Prohibida), 1998 (Palacio de Verano) y 1998 (Templo del Cielo).

Además de estas tres increíbles obras de arquitectura antigua, Pekín tiene más que ver.

Un paseo por los Hutong es una opción recomendable. Los Hutong son calles estrechas del casco antiguo de Pekín formadas por casas bajas con estética tradicional china.


Entrada a la calle Nanluogu Xiang, que cruza varios Hutong.




Por último, no se puede marchar uno de Pekín sin comprar recuerdos. El mejor sitio es el Mercado de la Seda, un lugar muy famoso por la venta de ropa de imitación de grandes marcas a precios ridículos.


Edificio de 5 plantas que desafía la propiedad industrial del mercado de la ropa y los complementos.

Además del turisteo y las compras, durante mi visita a Pekín tuve la ocasión de conocer a amigos periodistas de Ana, la becaria de Saigón, que me mostraron la dura realidad de ser periodista en el país con mayor censura de medios del mundo. Algún día hablaré sobre ello, pero las historias de Dailo, Ana, Mario, Laia ... sobrecogían a cualquiera.

Muchas gracias a Peque por dejarnos su piso durante nuestra estancia en Pekín; sentirse como en casa es decir poco.

viernes, 8 de febrero de 2008

Shanghai

Bienvenidos a un paseo por Shanghai.



Shanghai es la capital económica de China y una de las cuatro ciudades administradas directamente por el gobierno central. Es el símbolo del comunismo capitalista de la nueva China.

Durante el S. XIX vivió una época de esplendor con los asentamientos de británicos, americanos y franceses; herencia que todavía hoy es visible en partes de la ciudad como el Bund o la Concesión Francesa.



El mejor sitio para empezar la visita es People's Square. El parque, rodeado de rascacielos, da una buena perspectiva de la ciudad y además contiene 3 edificios interesantes: el Museo de Shanghai, el Teatro Ópera de Shanghai y el estrambótico Museo de Planificación Urbana de Shanghai.







La visita continúa por Shanghai Old Street, a la que se puede llegar caminando.



Se llama Old Street porque recrea una calle de edificios de la China clásica.







La ambientación está muy conseguida, con edificios de arquitecturas de estilo Ming y Qing.

Adentrándonos en las callejuelas de bazares de Old Street descubrimos uno de los lugares más pintorescos de Shanghai, el Jardín de Yuyuan. Para mi fue lo mejor de la visita, un respiro de tranquilidad en medio de una ciudad en frenética actividad.







Están considerados como uno de los mejores ejemplos de Jardín Chino. Combina a la perfección los elementos esenciales: pabellones, estanques y variada vegetación.





Según parece, fue diseñado durante la dinastía Ming, entre los años 1559 y 1577. Un funcionario, de nombre Pan Yunduan, decidió construirlo a imagen y semejanza de los jardines imperiales. El funcionario quería que sus padres, que no podían trasladarse a la capital ya que eran demasiado mayores para viajar, pudieran ver que aspecto tenía un jardín de este estilo. Por eso le dio el nombre de Jardín Yuyuan (Yu significa salud y tranquilidad).





Junto al Jardín está el Estanque del Loto, atravesado por el Puente de los Nueve Giros, un puente con 9 zigzags que consigue dejar atrás a los espíritus malignos que persiguen al que lo cruza. Durante la semana de Año Nuevo el puente estaba abarrotado de gente; ya se sabe, los chinos y sus supersticiones.



Siguiendo la visita, no podemos dejar pasar un templo budista chino en China. El mejor ejemplo es el Templo del Buda de Jade.





Ese día festivo el templo estaba muy concurrido de fieles encendiendo incienso y rezando en dirección a los cuatros puntos cardinales. Los niños intentaban encestar monedas en la vasija para conseguir buena suerte.



Para terminar la visita por Shanghai fuimos a Pudong, el distrito financiero junto al río Huangpu sobre el que destaca el skyline.

El edificio más llamativo e icono de la ciudad de Shanghai es la Oriental Pearl Tower, la torre de televisión más alta de Asia y la tercera del mundo con 468 m de altura.





La torre consta de 3 esferas con miradores desde los que se puede observar Shanghai en 360 grados. Si miramos abajo vemos los rascacielos que pueblan Pudong, algunos de ellos en construcción, como el Shanghai World Financial Center





Al otro lado del río podemos ver el Bund y el resto de la ciudad de Shanghai que se extiende hasta perder la vista.



Cuando mejor se aprecia Pudong en todo su esplendor es por la noche desde el Bund. Una panorámica del skyline iluminado es uno de los mejores recuerdos de Shanghai.



Shanghai es la ciudad que mejor refleja el espíritu de modernidad de la nueva China, sin perder su personalidad y autenticidad cultural.

Por si hacer turismo fuera poco, también me lo pasé genial saliendo de fiesta con Enrique y el resto de becarios de Shanghai, que buena gente, con Manolo y sus compañeros de Seul, con Javi de Hong Kong, ... ¡fueron unos días inolvidables! Por supuesto doy gracias a Enrique, Informático en Shanghai, por acogernos en su casa (sin calefacción pero con provisión suficiente de edredones, aires acondicionados, estufas y gatos).