El segundo día de estancia en Guilin lo dedicamos a visitar el condado de Longsheng, famoso por las terrazas de arroz de Longji.
Fuimos en excursión organizada desde Guilin, Longsheng se encuentra a unos 100 km y se tardan unas 2 horas en autobús. La excursión hacía su primera parada en Huang Luo, una aldea de la minoría étnica Yao situado en las faldas de una montaña.
Las mujeres Yao de la aldea son famosas por su larga cabellera, que puede llegar a alcanzar los 2 metros de longitud. Tienen la creencia de que el pelo es símbolo de riqueza y longevidad y por ello únicamente se lo cortan una vez en la vida, al cumplir los 16 años. Normalmente lo llevan recogido en la cabeza.
En mi opinión esto de las minorías étnicas tanto en China como en Vietnam se está llevando a un extremo en el que terminará por desaparecer cualquier rasgo de autenticidad de la etnia por causa de la explotación turística masiva. No hay más que ver a las nuevas generaciones de hombres jugando a las cartas todo el día mientras las mujeres sacan adelante la familia vendiendo souvenirs a los turistas. Son comunidades destinadas a convertirse en un circo hasta su extinción. ¿En qué momento esas personas dejaron de dedicarse a sus quehaceres diarios transmitidos de generación en generación y empezaron a preocuparse más por los turistas que llegaban y compraban sus artículos de recuerdo? ¿Se ha fomentado el cambio hasta tal punto de ser irreversible? Pensadlo dos veces antes de comprarle unas postales a la señora con el traje de colores.
Después de visitar la aldea Huang Luo empezamos a subir la montaña en dirección a la aldea de Ping An.
Las casas de la aldea Ping An están hechas de madera y se levantan sobre pilares en mitad de la ladera. Son algo muy curioso y parte del encanto que encierra el pueblo se encuentra en esa forma de construir tan homogénea.
Nada más llegar a Ping An, pausa para comer. La especialidad local es la comida preparada en bambú asado.
Pedimos varias raciones de bambú de arroz y bambú de pollo, acompañado de ternera y verduras y por supuesto cerveza local. No hay ni que decir que el sabor de la comida cocinada en bambú fue algo totalmente exótico y que estaba delicioso.
Tras el almuerzo teníamos un par de horas para caminar libremente por los alrededores de Ping An antes de que el autobús partiera de vuelta a Guilin. Nuestra intención fue seguir subiendo la montaña y contemplar a nuestro paso las famosas terrazas de arroz que rodean la aldea.
La historia de las terrazas de arroz de Longji se remonta a la Dinastía Yuan aunque la mayoría de las que se conservan fueron construidas durante la Dinastía Ming, hace unos 500 años. Las terrazas o bancales se construyen cortando la ladera de la montaña en horizonal con el objetivo de crear una superficie plana donde el agua pueda mantenerse estancada y ser absorbida por la tierra durante más tiempo, lo que resulta beneficioso para el cultivo de algunas plantas como el arroz.
Sin duda es una de las construcciones humanas con fines agrícolas más impresionantes que existen en el mundo y en su tiempo debió requerir el esfuerzo de mucha de mano de obra. Resulta no menos admirable que todavía se sigan cultivando en la actualidad.
Una vez arriba del todo, la imagen de las terrazas dispuestas por el valle como un tapiz es sobrecogedora. En verano las terrazas lucen un color así de verde, aunque en otras épocas del año también pueden llegar a ser un espectáculo. En primavera están repletas de agua que refleja el azul del cielo, en otoño ofrecen un color dorado y en invierno aparecen nevadas de blanco.
El final de la excursión llegó más pronto de lo que pensamos y apenas tuvimos tiempo de hacer trekking por las terrazas de arroz, con lo emocionante que resulta andar al filo de la terraza, entre el charco de barro y el precipicio. Un servidor no dudó en aventurarse fuera del camino y meterse hasta lo más profundo de alguna terraza con el fin de sentir una experiencia más auténtica.
Las terrazas de arroz de Longji son una de las atracciones más importantes de China y su visita no decepciona a nadie. Aunque si volviera probablemente pasaría la noche en alguna aldea de la montaña como Ping An para levantarme temprano y salir a ver las terrazas antes de que las hordas de turistas lo invadieran todo.
Fue una bonita experiencia.
Hace 1 mes
8 comentarios :
Un precioso lugar, totalmente de acuerdo contigo con lo de las minorías étnicas y tengo que probar sin falta esa comida cocinada en el bambú, tiene una pinta increíble. Por terminar de completar la guía lonely planet que estas haciendo... precios? cuanto por la excursión? cuanto la comida? jeje
Rodrigo, esta excursión es fácil de contratar una vez en Guilin, bien a través del hotel o a través de una agencia de viajes local. Puedes contratarla incluso antes de la noche anterior. Simplemente deja claro que quieres "group tour" y no "private tour". Te meterán en un autobús con turistas de otros hoteles pero la excursión sale más barata, en torno a los 400 yuanes (60$). La comida sale a menos de 5 euros por persona.
Estimado Alberto,
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Recibe un cordial y afectuoso saludo,
Natalia
Lástima lo que comentas de la aldea Yao, que se haya convertido en algo tan turístico. Deberían intentar conservarlo mejor y no invadir con tanto souvenir.
Yo también apuesto por quedarnos a dormir en Ping An, hay que repetirlo :)
Sí, está bien poder llevarse un recuerdo pero se hace algo pesado ver tiendas de souvenirs por todas partes y que constantemente traten de llamar tu atención para venderte cosas. Es probable que yendo por tu cuenta a sitios menos populares la experiencia sea más auténtica; en los viajes organizados siempre te llevan a sitios donde hay vendedores esperando.
¿no os engañaron para ver su "espectaculo etnico"? nosotros caimos en la trampa... y de hecho teniamos a una guia que era de las Yao...
La suerte y desgracia que tuvieron esas terrazas es que se publicaron unas fotos (no se si en el National Geogrpahic) y "BOOM!", antes era algo totalmente desconocido y ahora es uno de los lugares mas tipicos de visitar... pero vamos, que vale la pena igualmente :) (me gustaria ir cuando esta todo de color amarillo)
He visto que hablabais de tours y eso...
Nosotros contratamos un guia privado, con una furgoneta con chofer y nos salia a 15 euros al dia para todo el grupo... una autentica locura. Logicamente habia que pagar por las excursiones aparte, pero no salia tan mal de precio, y era muy comodo. Lo contratamos en el hotel Eva Inn.
Nosotros contratamos en el hotel una excursión en grupo con gente de otros hoteles, de esta que organizan las agencias de viajes locales. Ciertamente nos salió muy barata pero también es verdad que los tours privados no son muy caros.
No vimos el espectáculo étnico porque nos dijeron que estaba orientado únicamente a turistas chinos (no íbamos a entender nada) pero a cambio tuvimos más tiempo libre para hacer trekking por las terrazas de arroz, que es lo que habíamos venido a ver después de todo. Casi que lo agradecimos.
En el sur de China y el Norte de Vietnam hay muchas alternativas a Longsheng. Como dices, el boom turístico ha saturado de visitantes este sitio aunque sigue mereciendo la pena por lo fácil que resulta llegar hasta allí desde Guilin con una excursión. Para llegar a otros lugares menos conocidos necesitarías moverte por tu cuenta con transporte público y motos y hace falta disponer de más tiempo (viajar de mochilero sin prisa alguna), algo que no todos tenemos.
Todavía tengo pendiente postear sobre el viaje a Sapa, Vietnam. Fue un viaje en solitario de 3 días a mi bola que hice en Marzo, saliendo desde Hanoi sin nada organizado. Ya verás como te gusta la crónica.
Saludos
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