sábado, 26 de abril de 2008

En el taller del maestro Ong Do...

Hace tiempo hablé de una de las tradiciones vietnamitas más bonitas pero poco conocidas: el Ông Đồ, el Arte de la escritura antigua en Vietnam.



La tradición se celebra exclusivamente durante el Têt, el Festival de Año Nuevo Lunar vietnamita, y consiste en acudir a un maestro Ong Do para que escriba sobre un papiro poemas en forma de oraciones paralelas verticales con tinta negra sobre temas como la felicidad, prosperidad y longevidad para desear a toda la familia en el Año venidero.


Durante el Festival de Têt, los maestros Ong Do salen a la calle Pham Ngoc Thach y la gente acude a ellos para escribir poemas.

Sin embargo, aparte de la tradición exclusiva de esa época del año, yo lo encuentro un recuerdo personalizado muy interesante y por eso, durante la visita de mis amigos a Vietnam acudimos al taller de Le Hai, un maestro Ong Do que había conocido el pasado Têt.


El taller no es gran cosa, una habitación en su casa llena de trastos de escritura, propia de un auténtico artista.

En una pared del taller descubrí una copia escrita en papiro del poema clásico dedicado al Ong Do escrito por Vu Dinh Lien a principios del s.XX y que supuso el resurgimiento de esta vieja tradición que se creía olvidada.



El poema dice así:

Cada año cuando los árboles del melocotón florecen
El anciano estudioso aparece otra vez, mostrando
El papiro rojo y la tinta negra junto a la acera
Con la calle llena de transeúntes

Tanta gente quiere contratarle para que escriba
Preciosos caracteres que ellos admiran
Demostrando la habilidad de su mano y sus gentiles pinceladas
Como los dragones voladores y los fénix danzantes

Según pasan los años, menos gente se acerca
El papiro rojo se vuelve sombrío al desvanecerse
La tinta negra se espesa en su triste frasco
¿Dónde estaban aquellos fieles clientes ahora?

El anciano estudioso todavía permanece sentado allí
Ningún transeúnte le presta atención
Las hojas amarillas caen sobre su papiro rojo
Afuera, la niebla se vuelve más densa

Este año los árboles del melocotón están floreciendo de nuevo
Pero nadie ve aparecer al anciano estudioso
¡Ah! ¡Las almas de aquellos años pasados!
¿Dónde están ahora? ¡Nadie lo sabe!


Sin duda toda una inspiración para un maestro Ong Do.

A pesar de presentarnos sin avisar y con un montón de encargos, nos acogió muy amablemente en su taller y con papel y boli y mis nociones de vietnamita conseguimos que nos escribiera poemas personalizados a mis amigos Luisa y Nuño y a mi. En algunos de los papiros incluso pintó el fondo de acuarela con motivos paisajistas en el momento.



Yo pedí que me escribiera un poema sobre la Fortuna (Lộc) y este fue el resultado:



Un trabajo a mano impresionante, ¿no os parece?

Después de una hora de trabajo nos entregó los poemas personalizados con nuestro nombre, estábamos muy satisfechos. Alguno pensará que estas auténticas obras de arte pueden costar bastante, por ser un trabajo artesano, pero en realidad nos costaron sólo 2 Euros cada uno. A mi me daba verdadera vergüenza pagar tan poco pero el maestro, demostrando una enorme humildad, no quiso cobrar más por el encargo.

Espero con este post dar a conocer una de las tradiciones más artísticas de Vietnam y uno de los recuerdos más bonitos que uno puede llevarse durante la visita a este país.

5 comentarios :

tiestillo dijo...

joder! 2euros por ese pedazo de curro q te cagas? q lástima, pero si el tío no acepta mas pues na. La verdad q el q te ha hecho a ti esta guapísimo! Yo quiero uno! Hacemos una cosa alberto, al fan de tu blog q mas haya comentado de aki a noviembre le regalas uno, vale? ;D

Javier I. Sampedro dijo...

Es un detalle muy bonito. Yo quedé encantado con el que me regalaste, la verdad que me hizo mucha ilusión. Lo tengo bien colgado en la pared de mi casa, para presumir de regalo ;)

Gracias

Alberto dijo...

@Borja: Me informaré de lo que cuesta enviar un papiro de esos a Vilnius. Sí que es verdad que te mereces uno por ser el comentarista número uno de mi blog.

@Javi: :) no fue nada...

Anónimo dijo...

Me parece un trabajo de artesanía fabuloso. Además tiene un gran valor porque es completamente personalizado.

Muy interesante.

Alberto dijo...

Pues ya sabes, cuando vengas a Saigón te haces uno personalizado ;)

Tengo que colgar los datos del maestro este, que tengo su tarjeta de visita. Me recomendó que la próxima vez no me presentara por sorpresa, sino que le escribiera un email con antelación. (Aunque el tipo no entiende el inglés) 0_o