domingo, 20 de abril de 2008

Hoi An

Hội An es considerado por muchos como el pueblo más bonito de Vietnam. No en vano ha sido denominado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Está localizado a 4 horas de Hué, en el Centro de Vietnam, merece la pena aprovechar la estancia en la región para visitar las dos ciudades.



Hoi An es uno de los puertos comerciales más antiguos de Asia. Evidencias arqueológicas demuestran que ya en el s. II la actividad de los mercaderes cham en esta zona convirtió el enclave de Hoi An en el puerto más grande del Sudeste Asiático. En esta región se encontraba el centro del reino Champa (anterior a la llegada de los vietnamitas) entre los siglos II y X. El puerto comercial de la región se situó en el estuario del río Thu Bon, actualmente Hoi An.

A finales del s. XVI, los Señores Nguyen que gobernaban Vietnam del Sur (Cochinchina) invitaron a los japoneses y chinos a asentarse en diferentes zonas de la ciudad portuaria de Hoi An. Los mercaderes del noreste de Asia navegaban hacia el sur en primavera, empujados por vientos favorables. Permanecían en Hoi An hasta el verano, cuando los vientos cambiaban de rumbo y les permitían el regreso a casa. Durante los cuatro meses que permanecían en la ciudad, los comerciantes alquilaban casas para vivienda y almacén. Con el tiempo, algunos mercaderes empezaron a dejar agentes permanentes en Hoi An para encargarse de los negocios durante los meses de temporada baja. Así es como tuvieron comienzo las colonias extranjeras de chinos y japoneses.

A partir del s. XVII, comenzaron a llegar comerciantes portugueses, españoles, franceses y holandeses. Entre los s. XVII y XIX, el puerto de Faifo, como era conocido Hoi An en occidente, vivió su época dorada como uno de los principales enclaves comerciales de Asia, rivalizando con Macao y Malaca, en las rutas entre Vietnam, Tailandia e Indonesia.

El puerto cayó en desgracia cuando el río Thu Bon empezó a encenagarse y el escaso caudal impedía la navegación de los barcos. Sin embargo, la herencia de los comerciantes extranjeros todavía se percibe al pasear por el Barrio Antiguo.

Las calles del Barrio Antiguo, convertido en zona peatonal, son lo más bonito de Hoi An. La arquitectura de las casas es singular y la pintura desgastada de muchas de ellas da realmente un aire antiguo a la ciudad.





Exiten ciertas normas estéticas respecto a la construcción o renovación de casas, como no sobrepasar cierta altura, ser de color amarillo, etc. De esta forma, el conjunto de casas queda más uniforme.



Un paseo por la calle Tran Phu, que atraviesa todo el Barrio Antiguo, permite visitar los edificios más antiguos de Hoi An. Dado que algunas casas datan de primera mitad del S.XIX, sus propietarios cobran unos pocos Dongs por enseñarlas y contar su historia, y dedican este dinero a la convervación de las mismas.


Las Salas de Reuniones de Congregaciones Chinas y el Puente Cubierto Japonés

Algunos de los edificios destacados del Barrio Antiguo son las Salas de Reuniones de Congregaciones Chinas. Como he comentado antes, los comerciantes chinos fueron invitados a establecerse en Hoi An, y estos fundaron Pabellones de Asambleas para reunirse que servían también como templo y alojamiento a mercaderes de paso.

Los comerciantes chinos provenían de cinco provincias meridionales de China: Fu Kien, Hainan, Chaozhou, Hakka y Cantón. Cada congregación disponía de su propia Sala de Reuniones, mantenida por los comerciantes de dicha provincia, y, aparte, existía una Sala de Reuniones de todas las Comunidades chinas.















El paseo por la calle Tran Phu termina en el Puente Cubierto Japonés, uno de los símbolos de Hoi An que está presente en los billetes de 20.000 VND. Este puente, cuyo origen se remonta a 1590, servía para comunicar el barrio de asentamiento japonés con el chino.



En un lado del puente hay un pequeño templo taoísta sobre cuya entrada hay colgada una inscripción con el nombre que se le dio al puente en 1719, "Puente para los transeuntes que llegan de lejos". Sin embargo, el puente ha seguido conociéndose como Puente Cubierto Japonés hasta nuestros días.



Cuenta la leyenda que existía un enorme monstruo subterráneo llamado Cu que tenía su cabeza en la India, su cuerpo en Vietnam y su cola en Japón. Cada vez que se movía, la cola desencadenaba terribles terremotos en Japón. Se contruyó este puente en pleno corazón del monstruo, causándole la muerte. Los habitantes de Hoi An se apiadaron de él y construyeron este templo para rezar por su alma.

Cuando pasé por el puente, había un grupo de japoneses escuchando aténtamente la explicación del guía. Debe ser uno de los restos históricos más importantes de la presencia nipona en Vietnam.


Las sastrerías de Hoi An

Además de por su arquitectura antigua característica, Hoi An es famosa por ser una de las principales sastrerías de Vietnam. La ciudad entera está llena de tiendas de sastre y talleres de costura.





Las tiendas ofrecen al visitante la posibilidad de confeccionar cualquier vestuario inimaginable a precio de ganga. Desde pijamas de seda, ao dai vietnamitas, quimonos japoneses, corbatas, o incluso copiar los mejores trajes de caballero y vestidos de gala que aparecen en los catálogos de los diseñadores de moda más famosos. El sastre toma las medidas y el cliente elige el modelo, el tipo y el color de la tela, que puede ser seda, lino, algodón, etc. Al cabo de unas horas lo tendrá listo y puede pasar a recogerlo. Muchas tiendas incluso ofrecen servicio de entrega a domicilio, en el hotel donde el cliente se hospeda.

Después de haber acordado la prenda (generalmente prendas) a confeccionar, los sastres acuden a los numerosos talleres de costura, sino disponen de taller propio, que no detienen su actividad desde que amanece hasta que anoche.



Cuando el traje es entregado al cliente, este se lo prueba y solicita los posibles ajustes finales o bien acepta encantado.

Se puede afirmar que Hoi An es una de las visitas que más cara le acaba saliendo al turista de Vietnam. La compra de trajes de tanta calidad a precios tan bajos puede resultar adictiva, no es broma. Aquello era un no parar de encargar modelos, como decía mi amiga María Luisa. Mi recomendación: llegar a Hoi An con las maletas medio vacías. ;)



Como veis Hoi An es una ciudad con muchísimo encanto e identidad propia; su arquitectura singular, la gastronomía fantástica y las mejores agujas de Vietnam, el país de la seda, harán las delicias del viajero.

5 comentarios :

tiestillo dijo...

Como curras Alberto!! menos mal que esto queda para la posteridad pq el día que vaya a Vietnam, ni Lonely Planet, ni el Pais Aguilar, ni ostias! DesdeSaigon.com impreso en papel! xDD

Javier I. Sampedro dijo...

La verdad que me gusto mucho la ciudad, tiene su encanto con el aspecto descuidado de sus fachadas y la cantidad de puestecitos, se te iban los ojos con los souvenirs, los trajes...

Nunca me acostare sin saber algo, ni idea lo del dragon que comentas, que curioso!

Anónimo dijo...

Simplemente fascinante Alberto, que ganas tengo de que empiece ya mi viaje. Había oído lo de las sastrería de Hoi An. Creo que merecerá la pena guardar un poco de espacio en la maleta.

Vietnamitas en Madrid dijo...

Como dicen por aquí, tus posts son probablemente la mejor información en Español para visitar Vietnam.

Tan sólo ampliar con las direcciones exactas de muchos de los sitios que mencionas:
Hoi An.

Un saludo
Vietnamitas en Madrid

La Curiosidad del Viajero dijo...

Una ciudad con un encanto mágico y, sobre todo, mucha mucha historia. Una vez más se cumple la norma de las ciudades que alguna vez fueron puertos comerciales; además de mercancías, siempre queda un poco del conocimiento y cultura de cada una de las personas que pasaron por él. Te dejo nuestra entrada sobre Hoi An a la que titulamos Hoi An: Una Ciudad de Postal de Viaje