jueves, 11 de agosto de 2011

Amanohashidate

Después de Kobe y Nara, el siguiente destino en la región de Kansai por el que pasé durante las vacaciones de agosto fue Amanohashidate, en la costa del Mar de Japón.



Aunque se trata de un lugar más que recomendado para visitar, lamentablemente no suele estar incluido en los itinerarios típicos de los turistas extranjeros ya que el acceso por ferrocarril es un tanto complicado y parte del trayecto no está cubierto por el Japan Rail Pass. Mi amigo Noel y yo decidimos alquilar un coche para ir desde Osaka. Tardamos unas dos horas y media. El camino por autopista no se hizo muy pesado viendo los paisajes de montaña del interior de Japón.



Nada más llegar a Amanohashidate tomamos un telesilla para subir al Monte Moju y contemplar la vista.



Digo vista porque Amanohashidate está considerada una de las Tres Vistas de Japón o Nihon Sankei (日本三景), junto con Miyajima en la prefectura de Hiroshima y Matsushima en la prefectura de Miyagi.



La barra de tierra de Amanohashidate mide 3,3 km de largo y está cubierta por un bosque de 7000 pinos. Conecta directamente con uno de los extremos de la bahía, mientras que el otro está abierto y hay un puente para cruzarlo y permitir el paso de embarcaciones.





La cima del Monte Moju es uno de los mejores lugares para admirar esta curiosa formación geológica. Dispone de un mirador desde donde se pueden tomar buenas fotografías.



El nombre de Amanohashidate (天橋立) significa literalmente Cielo Puente Levantarse, así que bien podría traducirse como el puente que sube hacia el cielo. Para poder entender mejor este nombre dicen que es necesario observar el paisaje boca abajo, así que todo el mundo que sube hasta el mirador hace el esfuerzo de agacharse y mirar por entre las piernas.



Os lo pongo fácil para que podáis verlo vosotros también. ;-)



Una de las peculiaridades de esta barra de tierra es que en la parte que da al mar abierto se han ido depositando sedimentos hasta formar una playa. Así que después de disfrutar de la vista bajamos a ver qué pinta tenía.



Menos mal que fui previsor y me leí la guía antes de viajar hasta allí para no dejarme el bañador. Siendo verano, ni loco me pierdo la oportunidad de pegarme un chapuzón en el mar.



Al contrario que otras playas de Japón de la costa del Pacífico a las que he ido, la arena de Amanohashidate es clara y el agua transparente. La verdad que se estaba estupendamente tomando el sol en un día tan caluroso y entrando a remojarse de vez en cuando.



Por la tarde después del almuerzo todavía nos quedaba tiempo, así que fuimos por la carretera que sigue la costa hacia el norte de la península de Tango.



A unos 15 km de Amanohashidate se encuentra Ine, un pequeño pueblo de pescadores.





Este pueblo es conocido por sus casas, denominadas funaya (舟屋), literalmente Barco Casa. Se trata de casas tradicionales japonesas junto al mar cuya primera planta se destina a guardar la embarcación. Es un tipo de vivienda muy curioso en Japón y el pueblo de Ine es famoso por ello.





La visita al pueblo fue interesante pero bastante corta, ya que era media tarde y se nos echaba el tiempo encima para regresar a Osaka y devolver el coche de alquiler. Pero bueno, había sido un día más que completo diría yo, con bonitos paisajes, pueblos con encanto y baño en el mar incluido.

El viaje continuaba al día siguiente.

3 comentarios :

Pepa dijo...

Que chulo todo :) A ver cuando inventan el teletransporte! (y que sea gratis)

Javier I. Sampedro dijo...

El pueblo de pescadores se le da un aire con Tai O, aunque este se nota que está mucho mejor conservado. Bastante chulo.

Y las vistas desde arriba del monte son geniales :)

Pau dijo...

Qué chulada y éste lugar no lo conocía ni lo había oído nombrar. Sigo apuntando :D