jueves, 24 de julio de 2008

Héroes legendarios III

A lo largo de la historia de Vietnam aparecen ciertos personajes cuyas hazañas por liberar el país de los invasores extranjeros entremezclan mito y realidad dando lugar a bonitas leyendas que elevan su figura a la de héroes nacionales.

Thanh Giong

Se cuenta que bajo la dinastía del sexto rey Hung (allá por el 1700 a.C.) había una pareja de ancianos en la aldea de Giong. Eran buenas personas y muy trabajadores pero su único deseo era tener un hijo. Un día la esposa salió al campo y descubrió una enorme huella de pisada en la tierra e intentó compararla con la de su pie. Accidentalmente se quedó embarazada y a los doce meses nació un hijo. La pareja de ancianos era muy feliz, sin embargo, el niño no podía hablar ni sonreir. Él símplemente se quedaba quieto allí donde le dejaran incluso al llegar a los 3 años de edad.

En esa época, el país estaba bajo el peligro de ser ocupado por el invasor del Norte. El invasor era tan fuerte que el rey mandó enviar emisarios en busca de aquellos que quisieran luchar. Cuando escuchó el reclamo del emisario, el niño le pidió a su madre que le llamara. El hombre se acercó al niño y se sorprendió cuando este solicitó un caballo, una armadura y una barra, todos hechos de hierro, para luchar por su país. El emisario regresó a la corte inmediatamente y explicó al rey lo sucedido y, así, este ordenó satisfacer todos los requirimientos del niño.

La leyenda del Niño Guerrero

Desde su contacto con el emisario, el niño comenzó a crecer sorprendentemente rápido. Los padres no tenían suficiente comida y vestidos para él. Sin embargo, los habitantes de la aldea se prestaron a ayudar ya que ninguno quería estar sometido al poder del enemigo.

El invasor estaba a punto de alcanzar los pies de la montaña Trau y cundió el pánico en la aldea. Entonces, el emisario del rey apareció con un caballo de hierro, así como una armadura y una barra, tal y como el niño había solicitado. De repente, el niño se transformó en un hombre fornido de más de 3 metros de altura.

Se colocó la armadura, empuñó la barra y se subió al caballo. Este empezó a expulsar fuego por la boca y se dirigió hacia la montaña Trau para encontrarse con el enemigo.

Tuvo lugar una cruenta batalla entre el enemigo y el valiente guerrero. El hombre del caballo de hierro luchaba tan valerósamente que los enemigos caían como moscas. La barra de hierro se rompió pero él continuó luchando tomando como arma varias varas de bambú. Los ánimos del enemigo estaban absolutamente destrozados, huyeron despavoridos hacia la montaña Soc Son pero el hombre les persiguió. Una vez llegó a la cima de la montaña, se quitó la armadura y ascendió a los cielos montado en el caballo.

Para mostrar eterna gratitud al valiente guerrero, el rey le concedió el título de Phu Dong Thien Vuong o General del Cielo que vino para ayudar y proteger al pueblo y construyó un templo en su memoria.

Desde entonces, se dice que el color amarillo del bambú que crece en la provincia de Gia Binh se debe al fuego que escupía el caballo por la boca.

En muchas ciudades de Vietnam hay dedicada una estatua al "Niño Guerrero", como lo llaman aquí.



Está prevista para 2010 la construcción de una estatua de 9,9 metros de altura de Thanh Giong en la cima más alta de la montaña Soc Son, a las afueras de Hanoi. Citando la noticia: este monumento de 9,9 metros de altura, fundido con unas 70 toneladas de bronce, describirá imágenes del genio Thanh Giong montando al caballo de hierro, que asciende desde la cumbre montañosa hacia el cielo, tras derrotar a los agresores foráneos, según la leyenda.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Hoy te has remontado unos cuantos siglos...