lunes, 19 de julio de 2010

Conducir en Japón

Al igual que hicimos para ir a Nikko, decidimos alquilar un coche para la excursión a Kamakura, una forma no muy habitual de viajar por Japón.



Nos habíamos juntado 7 amigos de la Universidad para la excursión y nos salía más rentable alquilar un coche que viajar todos en tren hasta Kamakura, sobre todo teniendo en cuenta que no partíamos desde Tokio sino desde Tsukuba. Dos de nosotros teníamos carnet de conducir internacional así que no había problema. Recuerdo que perdí toda una mañana en la Jefatura de Tráfico en Madrid para sacármelo antes de volver a Asia pero por ocasiones como esta mereció la pena.



Conducir en Japón es más fácil de lo que parece porque la mayoría de coches están equipados con GPS de serie (con opción de mostrar el menú en inglés) que nos indica el camino hasta el destino e incluso proporciona información en tiempo real sobre el estado del tráfico y recomienda alternativas más rápidas en caso de atasco. Y esto es así desde hace años, en este sentido nos llevan años de ventaja tecnológica. Aunque también hay que decir que sin GPS conducir sería una tarea casi imposible, sobre todo porque en Japón las calles no tienen nombre sino que para orientarse identifican las manzanas. El GPS aquí es algo imprescindible.



En el viaje de ida le tocó conducir al loco de Nick, mi amigo de Malasia. En el viaje de vuelta llegaría mi turno de ponerme al volante.



Partimos de Tsukuba sobre las 10 de la mañana, con buen ánimo y mucho optimismo por delante, teníamos muchas ganas de ver Kamakura. La carretera hasta Tokio estaba despejada de coches y después de unos días de lluvia el tiempo parecía que iba a mejorar, la previsión así decía.



Fue llegar al primer puesto de peaje, cuando no llevábamos ni 15 minutos en la carretera, y nos llevamos nuestra primera sorpresa: la policía nos detuvo.



Se trataba de un simple control rutinario: documentación en orden y comprobar que todos llevan el cinturón, pero fue toda una impresión para el policía parar un coche de 7 plazas lleno de extranjeros.



Muy amablemente el señor policía nos dejó continuar nuestro camino hacia Tokio. A lo lejos, ya empezaba a apreciarse Tokyo Sky Tree, la que se convertirá en la torre más alta de Tokio cuando finalice su construcción.



Al llegar a la altura de Tokyo Sky Tree nos encontramos un atasco terrible en Bayshore Route, la vía expresa (expressway) que cruza Tokio rodeando la bahía, pero como era el camino más corto hasta Kamakura no quedaba otra que aguantar.



Tras media hora de atasco la carretera se despejó y continuamos rumbo a Kamakura. Pasamos junto al Rainbow Bridge que lleva hasta Odaiba y atravesamos el túnel de Haneda.



Algo que no sabía y que me explicó Nick es que algunas autopistas de Tokio se contruyeron drenando ríos y canales que antes atravesaban la ciudad para aprovechar así su cauce como vía de circulación para vehículos.



Después de cruzar el túnel de Haneda llegamos a Yokohama.



Y cruzamos el espectacular puente sobre la Bahía de Yokohama.



Después de Yokohama llegaríamos a Kamakura. Primero aparcamos cerca de la estación de Kita-Kamakura para ver los templos Zen y por la tarde fuimos hasta la estación de Hase para ver el Gran Buda y el Hase-dera. Hasta tuvimos ocasión de conducir un tramo por la costa de Kamakura y abrir las ventanas para respirar la brisa marina.



Después de visitar Kamakura, al final del día tocaba volver a Tokio y era mi turno de conducir.



Antes de arrancar me tomé mi tiempo para acostumbrarme a lo que se me venía encima, las primeras impresiones:

- En Japón se conduce por la izquierda, lo que significa no sólo que el volante está a la derecha sino que los controles también están invertidos y al principio me hacía un lío con las luces intermitentes y el parabrisas.

- El coche que habíamos alquilado era automático así que había sólo dos pedales, no había embrague. La sensación de tener el pie izquierdo todo el tiempo sin hacer nada se me hacía extraña, como que me faltaba algo.

- Mirar los carteles indicativos en la carretera iba a servir más bien de poco, no tenía ni idea de la geografía de Tokio y alrededores. La experiencia es distinta a cuando conduces por España, aquí el GPS se convierte en la principal guía de conducción y los carteles de la carretera pasan a ser algo secundario a lo que apenas prestas atención. Hay que estar atento a cada instrucción que dice la señorita del GPS y echarle un vistazo a la pantalla cada dos por tres para ver el carril en el que tienes que situarte.

Tras los primeros minutos de confusión empecé a cogerle el truco y a disfrutar de la experiencia.



Según nos acercábamos a Tokio la carretera se convertía en una autopista elevada y circulábamos a varios pisos de altura del suelo, rodeados de edificios a cada lado. Un punto de vista de Tokio diferente del que tienes cuando andas por la calle.



Conducir por aquellas autopistas elevadas no se parecía a nada que hubiera visto antes... salvo a los videojuegos. Conducir por Tokio me hacía sentir por momentos como si estuviera jugando al Ridge Racer, mi juego de coches favorito. :-)



Las luces de noche, los rascacielos a un lado y al otro de la autopista, el asfalto que cambia de color y de peralte en algunos tramos para avisar del peligro de curva cerrada, el número de carriles que varía constantemente, las autopistas que se cruzan entre sí a distintos niveles a varios metros del suelo, ... una pasada. Entiendo que por las noches estas carreteras se conviertan en el escenario de auténticos circuitos urbanos de hashiriya o carreras ilegales de coches en Tokio.



El camino de vuelta hasta Tokio terminaba en Shibuya y sí, pasamos en coche por el famoso cruce de Shibuya para aparcar cerca del edificio 109. La idea era dejar el coche por unas horas para salir de fiesta por Tokio y volver a Tsukuba a la hora que nos diera la gana sin depender del metro ni del tren, que a partir de la medianoche cierra.



En conclusión diré que conducir por Japón es una experiencia que me ha gustado, en especial conducir de noche por las autopistas elevadas de Tokio. Para terminar, os dejo con el mítico episodio de Top Gear en el que organizan una carrera por el país nipón enfrentando un Nissan GT-R y el tren bala, y en el que demuestran que conducir por Japón es total.

Ais... como me gustaría traerme mi Yaris de España.

6 comentarios :

Javier I. Sampedro dijo...

Ya se ve que disfrutaste mucho de la experiencia de conducir, ya me gustaría a mi también. De momento aún no me ha dado por ponerme a conducir en HK, pero tendría que probarlo un finde de estos y ver que tal la experiencia.

Seguro que no es la primera ni la última vez que te pones a los mandos de un coche :) ya nos contarás.

Un abrazo

Alberto dijo...

Hong Kong es otra ciudad que mola para conducir, ya sólo yendo en taxi lo flipas cuando bajas por Cotton Tree Dr hasta Admiralty y pasas entre los rascacielos.

¿Has convalidado ya tu carnet de conducir en Hong Kong o te renovaste el carnet de conducir internacional cuando volviste a España? Sino...

Alquilar coche en Japón sólo me sale rentable si lo lleno de ocupantes, y no creo que pase así en todos los viajes que haga, pero por mi encantado de volver a conducir. :-)

Un abrazo.

selenia dijo...

Oh! Que guapada!
Que pena que yo solo lleve un año con el carnet de conducir, creo que hasta el segundo año no me puedo hacer el carnet internacional... una pena T_T
Seguro que debe ser guapisima la experiencia :O

Un saludin~

Alberto dijo...

Selenia, es una experiencia muy divertida conducir por Japón, algo diferente. Si tienes ocasión, prueba a hacerlo en el futuro.

Un saludo.

Luis dijo...

Qué chulo lo de conducir en Japón. Teníamos pensado alquilar un coche cuando fuia Okinawa, pero no podía porque sólo puedes usar el carnet internacional durante tu primer año en Japón, luego tienes que convalidarlo por el carnet japonés (puro papeleo, pero caro, 1万円, y con varios viajes a la embajada, jefatura de tráfico, etc).

Por cierto, tienes que contarnos qué tal se siente un terremoto moderado cuando estás durmiendo justo encima del epicentro ;).

Alberto dijo...

Jajaja... justo estaba escribiendo el post sobre el terremoto de esta mañana. He tenido despertares mejores, como suele decirse en estos casos.

Conducir por Japón mola, ¡lo tienes que probar! Es una experiencia distinta a conducir por España. No te quejes de que el procedimiento para convalidarlo es tedioso que al menos por tener carnet de España te dejan convalidarlo, sólo permiten hacerlo con pocos países. El resto tiene que sacarse el permiso japonés, con su examen teórico y práctico; y ya he oído historias de uno al que tiraron por conducir con un brazo apoyado en la ventana. だめです! xDDDD