martes, 19 de julio de 2011

Suma y sigue

Bueno, parece que las previsiones más pesimistas se están cumpliendo. Cuando allá por Mayo dije en un post que

Las consecuencias [del accidente nuclear de Fukushima] serían terribles, con el suelo contaminado por radiación la agricultura y la ganadería resultarían inviables en esa región del norte de Japón, además de la pesca en esa zona de costa del Pacífico.

no iba muy desencaminado, a mi pesar.

Las autoridades de Japón han detectado por todo el país carne de ternera proveniente de Fukushima y Niigata contaminada por cesio radiactivo (NHK). Concretamente, la carne ha sido distribuida en 37 de las 47 prefecturas, incluida Tokio, y fue puesta a la venta al público para consumo en 35 prefecturas. Llegó incluso hasta la isla de Shikoku.


En un primer momento se detectaron niveles concentrados de cesio radiactivo en el forraje que estaban utilizando los granjeros de Fukushima para alimentar a sus vacas antes de ser distribuidas para su consumo. Se registraron niveles de hasta 500.000 Bq/kg, 379 veces superior al límite legal de 300 Bq/kg para alimento de ganado (Yomiuri). Posteriormente, se rastrearon los puntos de distribución del ganado y se realizaron análisis de la carne ya procesada, lista para su venta al consumo. El gobierno metropolitano de Tokio detectó entonces niveles de hasta 2.000 Bq/kg, 4,6 veces superior al límite legal de 500 Bq/kg establecido por el gobierno (Yomiuri) en la carne de una res sacrificada en el barrio de Minato, Tokio, el 7 de Junio.


Según parece, los granjeros alimentaron a sus vacas con heno de paja de arroz, una práctica que es común en Japón durante la fase final de la cría de ganado vacuno ya que ayuda a mezclar la grasa con la carne roja del animal (lo que en Japón se conoce como "Shimofuri"). Al rastrear el origen del heno de arroz se descubrió que procedía no sólo de la prefectura de Fukushima sino también de Miyagi, a 130 km de la central nuclear de Fukushima (Yomiuri). Se sospecha que los fardos de heno habrían estado almacenados en el exterior durante los últimos meses, expuestos a la radiación de la central nuclear de Fukushima. Aunque el 19 de Marzo el gobierno emitió una orden de no utilizar pasto de hierba del exterior para alimentar el ganado, no dictó ninguna regulación oficial sobre el heno de arroz, así que los agricultores vendieron a los ganaderos heno recogido de la cosecha anterior.

¿Se podía haber evitado? Seguramente. En la siguiente composición podéis ver a la izquierda el mapa de la pluma de radiación elaborado por un profesor de la Universidad de Gunma y a la misma altura a la derecha los lugares donde se encontró heno de arroz supuestamente contaminado. Vemos que coinciden, no obstante, al parecer el gobierno no se encargó de difundir este u otro mapa a los agricultores y ganaderos de Tohoku.


Tras haber detectado contaminación por niveles altos de cesio radiactivo en el ganado, las autoridades recomendaron a los granjeros de las prefecturas afectadas que voluntariamente se abstuvieran de distribuir mercancía de vaca por el momento (NHK). Días más tarde, el gobierno suspendió indefinidamente la distribución de carne de Fukushima (NHK) por temor a que se extiendiera la contaminación radiactiva, la suspensión se extendió posteriormente a Miyagi, Iwate y Tochigi (Asahi). Finalmente el sector de la ganadería de Tohoku se ha visto perjudicado por el accidente nuclear (Yomiuri), como ya sucedió con el sector de la pesca y de la agricultura. Al drama de la destrucción en los pueblos costeros por el tsunami hay que sumar los miles de puestos de trabajo que se están perdiendo por culpa de la radiación. La situación se vuelve más complicada para los habitantes de Tohoku.

Como ya ocurriera con el té de Shizuoka (JapanTimes), el Ministerio de Salud nipón ha salido rápidamente a desmentir que comer carne de ternera con niveles de cesio radiactivo varias veces superior al límite pueda afectar a la salud (Yomiuri). En maniobra conjunta, al mismo tiempo el Ministerio de Agricultura ha anunciado que se llevará a cabo una revisión de todas las granjas de ganado de Fukushima y Miyagi (Yomiuri) para determinar si la mercancía es segura antes de su distribución, en lugar de hacerlo después de ser procesada. También se analizará el contenido de radiación en el forraje utilizado en las granjas de todas las prefecturas del país (NHK). El gobierno sigue el manual, como ha hecho otras veces, pero esta vez actúa a destiempo. La medida llega cuando la carne ya ha sido puesta a la venta a los consumidores en al menos 35 de las prefecturas.


En los supermercados de Japón es posible encontrar carne de ternera importada de Tasmania, yo llevo meses comprándola. En los restaurantes a saber lo que te ponen.

La punta del iceberg

Volviendo al tema del heno de arroz, para acabar, algunas previsiones apuntan que si el heno de arroz proveniente de Fukushima y Miyagi ha sido contaminado por la radiación, llegando a niveles de hasta 500.000 Bq/kg, la cosecha de arroz de este año también estará contaminada. Veremos lo que sucede en otoño cuando llegue la temporada de recolección del arroz. Fukushima es el cuarto productor de arroz en Japón. Las prefecturas de Fukushima, Ibaraki y Miyagi suman el 15% del total de la producción nacional.

Alguno pensará que quizás estoy exagerando y que se puede confiar en que el gobierno de Japón está haciendo todo lo posible para controlar que los alimentos que se distribuyen a la población son seguros. Pues bien, yo no confío demasiado. ¿Sabíais que el pescado en Japón registra su procedencia del puerto donde se vendió la mercancía y no donde el pescado se pescó realmente? Lo habitual antes del terremoto era que los pescadores de Fukushima vendieran su mercancía en el puerto de Onahama, Iwaki. Pero esta temporada el mercado se encuentra vacío y los pescadores locales, antes que quedarse de manos cruzadas, venden su mercancía en otros puertos (Yomiuri, en japonés, una de tantas noticias que no llegan a traducirse). Legalmente pueden pescar en las aguas de Fukushima y transportar la mercancía hasta el mercado de Tsukiji, en Tokio.

En fin, ojos que no ven, corazón que no siente.

Extranjeros residentes en Japón, eviten por favor entrar en pánico y regresen ordenadamente a sus vidas normales. Hagan como los japoneses y miren hacia otro lado, sigan actuando como si nada de esto hubiera pasado. Y no olviden hablarles a sus amigos de lo seguro que es viajar a Japón.

1 comentario :

Pepa dijo...

Madre mía, me sorprende que no estés "acongojado", la verdad... no sé cómo reaccionaría yo...