martes, 7 de junio de 2011

El sábado pasado fui de acampada con los amigos en bicicleta a un bosque cercano a Tsukuba. Por el camino pasamos junto a unos campos de arroz, en Japón se conocen como 田んぼ (tanbo).





Los campos de arroz son uno de los paisajes que más me fascinan de Asia, son tan distintos del tipo de cultivos que vemos en occidente. Desde la norteña Corea hasta la sureña Indonesia en todos mis viajes por el Lejano Oriente he visto siempre paisajes con campos de arroz, algunos de ellos de extraordinaria belleza, como las terrazas de arroz en Longsheng, en China o las montañas de Sapa, en Vietnam. En Japón, sin embargo, no había visto demasiados hasta la fecha, o más bien no los había visto tan espléndidos crecidos y encharcados de agua. Este fin de semana no obstante me moví por parajes más rurales y la época del año era la idónea para sacar algunas fotografías.




"¡No me metas piedras en lo plantao!"

Después de llegar al lugar del campamento hicimos una barbacoa para cenar y por la noche estuvimos bebiendo en torno a una gran hoguera, el tiempo pasó volando. Poco antes de las 4 de la mañana empezó a amanecer y nos pilló todavía de fiesta, para mí era ya demasiado tarde para echarme a dormir en el campamento, el sol había empezado a llenarlo todo de luz. Lo cierto es que desde que llegué a Japón estoy teniendo algunos problemas para conciliar el sueño cuando me despierto después de las 4 de la mañana y ya es de día, amanece demasiado temprano.



Como no podía dormir puse rumbo a casa y por el camino volví a cruzar los campos de arroz esta vez envueltos en una niebla matutina, me pareció un paisaje precioso. Viví entonces uno de esos momentos sobrecogedores en el que de repente eres consciente de que estás en un país extranjero a miles de kilómetros de casa.



De vuelta en Tsukuba pasé por un barrio de casas típicas japonesas y me acordé de la casa con jardín que tienen mis padres a las afueras de la ciudad. Me imaginé que si hubiéramos nacido en Japón, nuestra casa se hubiera parecido a algo como esto.



Tsukuba parecía una ciudad fantasma, no había nadie por las calles a esas horas y una misteriosa niebla lo envolvía todo, incluido el sol que tímidamente había asomado ya por el horizonte. Seguí pedaleando y no tardé en llegar a casa, unos 20 minutos desde el bosque a las afueras. Cuando llegué eché las cortinas y a dormir.

En días como este, pienso en lo mucho que me gusta vivir en Japón.

9 comentarios :

Pau dijo...

Muy chulos los campos de arroz, sin duda, una de las imágenes de Asia, ya sea en Japón, en Vietnam o en Nepal.

Bonitas fotos!

Pachem dijo...

Geniales las fotos!

turismo de mallorca dijo...

interesantísimo tu blog, he quedado enganchado a las historias de tus aventuras en asia, y las fotos están tremendas, muchas gracias por compartirlo y saludos desde Mallorca

Javier I. Sampedro dijo...

Que gozada poder pasear por la ciudad con tanta calma y disfrutando de esas vistas de los arrozales. Ojalá pudiera disfrutar de vistas como esas en Hong Kong, pero bueno, las cambio por paisaje de montaña y playitas que tampoco está mal.

Que recuerdos de nuestro viaje a China :)

Pepa dijo...

Que planazo: bici y tienda de campaña, mola! :D

En el sur de Senegal tambien habia muchos campos de arroz, pero eran bastante distintos, creo: menos extensos, con árboles sueltos por cerca...

Africa dijo...

Hola, Alberto. Soy Africa. La última vez que te escribí fue cuando el terremoto; después de unos meses veo que sigues tan aventurero y vitalista como siempre; me alegro muchísimo. Me ayudaste mucho con tus informaciones el verano pasado cuando fui a Vietnam y este agosto pretendo ir a los Estados Unidos, Nueva York, San Francisco, El Cañón del Colorado...en fin, la costa oeste de los EE.UU. No sé si conoces esa zona o a alguien que pueda informarme. Vamos un grupo de doce personas, con una VAN que nos llevará por todo el Cañón. Dos días en Nueva York y dos en San Francisco. Creo que le llaman la ruta 66 o algo así. Si sabes algo de esto, no conozco a nadie mejor para ayudarme. Cuídate mucho campeón. Un beso. Africa.

Alberto dijo...

@Pau, tú también has visto muchos campos de arroz a lo largo de tus viajes. ;-)

@Pachem, gracias. Ya podrás tu también sacar fotos geniales cuando estés por Japón.

@Turismo de Mallorca, gracias por tu comentario. Un saludo y bienvenido.

@Javi, Tsukuba es un nucleo urbano pequeño así que en 10 minutos ya estás en mitad del campo rodeado de campos de arroz. En Hong Kong es un poco más difícil, tendrías que ir hasta Nuevos Territorios, supongo. Aún así, no lo cambio por vuestro paisaje de montaña y playas.

@Pepa, en efecto, la acampada fue un planazo, disfrute mucho ese fin de semana y un paseo en bici por el campo siempre es agradable en cualquier sitio.

@Africa, qué alegría verte de vuelta. Siento no poder echarte una mano pero de USA sé poco o nada, ya sabes que yo estoy especializado en Asia. No obstante, te recomendaría que le echaras un vistazo al blog de Ignacio Izquierdo (http://www.ignacioizquierdo.com/blog/category/eeuu/), que durante su vuelta al mundo pasó por San Francisco, el Cañón del Colorado y Nueva York. Encontrarás algunas orientaciones y unas fotos estupendas. Buen viaje.

Gracias a todos por comentar.

Un saludo.

Zordor dijo...

Viví entonces uno de esos momentos sobrecogedores en el que de repente eres consciente de que estás en un país extranjero a miles de kilómetros de casa.

Que gran frase! Como te entiendo :) preciosa entrada!

Alberto dijo...

Tú sabes de lo que hablo, ;-) seguro que has vivido también ese sentimiento en Japón.

Te puede venir en cualquier lugar, en cualquier momento, en un simple campo de arroz, de repente eres consciente del sitio en el que te encuentras y pareces no saber cómo has llegado hasta aquí.

Gracias.