sábado, 6 de octubre de 2007

Viaje de ida y llegada a HCMC

¡Ya estoy en Vietnam!

He llegado junto a los otros cuatro becarios de ICEX: Pedro J (Inversiones), Carlos (Tecnológico), Alexandra (COMEX) y Ana (Periodista).

Hemos aterrizado a las 19:00 (hora local) después de 21 horas de viaje con dos escalas: Madrid, Barajas > Amsterdam, Schiphol > Singapur, Changi > HCMC, Tan Son Nhat.



El viaje ha comenzado con la sorpresa de encontrarme a compañeros becarios de Informática en la zona de facturación de Barajas. Resulta que íbamos en el mismo avión a Amsterdam los becarios de Atenas, El Cairo, Kuala Lumpur y Dubai. El vuelo Madrid - Amsterdam se me ha hecho corto y en el aeropuerto de Schiphol tocaban las despedidas... y los reencuentros, porque compartía vuelo a Singapur con el becario de Informática allí destinado. El vuelo Amsterdam - Singapur, de 12 horas de duración, se me ha hecho interminable. No lograba conciliar el sueño. El cansancio era tal, pero poco el sueño que me entraba, que me pareció haber sufrido momentos de delirio. Por último, el vuelo Singapur - Ho Chi Minh City se me ha hecho corto porque estaba tan cansado del vuelo anterior que he caido frito al poco de despegar.

Ya en el aeropuerto de Tan Son Nhat en Ho Chi Minh City, nos ha recogido Bea, la becaria de Cámara de Madrid, y hemos ido en taxi al hotel. Al salir de la terminal hemos recibido un golpe de calor y de humedad que casi nos deja en el sitio. No me extraña, después de pasar casi un día completo bajo aires acondicionados entre aeropuertos y aviones, el contraste con el clima tropical del sur de Vietnam es brutal.

El viaje del Aeropuerto al hotel se me quedará grabado en la memoria para siempre. Ha sido mi primer contacto con Vietnam y me ha perecido increible. ¡Tan distinto a cualquier cosa que haya visto! Recuerdo luces y olores. Luces de neon y carteles luminosos por todos los sitios. Carteles que no tienes ni idea de lo que dicen pero que te quedas mirando. Luego, olores de comida a ráfagas, olor a gasolina con tanta moto. Y esa sensación de humedad que todo lo impregna, junto en una extraña mezcla.

La ciudad es un puro caos circulatorio. Motos por todos los lados, yendo y viniendo, cruzándose por el camino entre los coches. Se escucha constantemente el ruido de los pitos. En los cruces hay semáforos pero a la gente se la sopla, de hecho, hasta había algunos circulando en sentido contrario por algunas calles. Y por si fuera poco, ¡nadie llevaba casco! Una locura.

Después de llegar al hotel hemos ido a cenar a un garito de karaokes con gente de todas las edades cantando clásicos del pasodoble vietnamita y luego a tomarnos una copilla a un bar muy fashion llamado Windows Café.


Vista desde el hotel.

Mañana más, día uno.

1 comentario :

Felix dijo...

La caña de video el de las motos!! Parece una concentracion del GP de Jerez :D

He andado en moto y no sé si tendria huevos de comprarme alli una visto lo visto :)

Just another world... Cuidate y disfrutalo!

Felix (Varsovia)